Las empresas demoscópicas son las verdaderas ganadoras en estas elecciones.
Aunque mucha gente pueda pensar que no han acertado en sus analíticas predicciones, la realidad es que han ejecutado a la perfección la parte estratégica que les correspondía, seguramente más por cumplir con una máxima del márketing empresarial, como es la de lograr la satisfacción del cliente, que por interés de incidir directamente en el voto...o quizás por ambas cuestiones.
Siendo indiferente la causa que les lleva a publicar determinados datos incumpliendo su normativa reguladora, el caso es que ofrecen una serie de resultados al público que influyen en las decisiones de los votantes. Esto que a priori puede ser considerado como un elemento que ayuda a ampliar la información necesaria al ciudadano para que éste tome una decisión mucho más formada sobre su voto, sin embargo se convierte en un poderoso arma al que sólo acceden aquellos contratistas con un importante interés en obtener unos determinados resultados.
En diciembre votaron cerca de 24.000.000 de personas. De éstas, un 63% tuvo conocimiento de algún sondeo y un 22,4% reconoce que votaron influidos por ellos. Es decir, aproximadamente 3.402.000 votantes metieron su papeleta influidos por algún "estudio" demoscópico. (Sí, paradójicamente he sacado los datos de una encuesta)
Entrecomillo el término estudio porque, para empezar, ninguna muestra los datos exigidos por la ley, es más, en muchos casos tan siquiera indican el domicilio social, por lo que a veces hasta dudas de que se hayan realizado las preguntas por inexistencia de la empresa.
Insisto, ninguna de las entidades encargadas de elaborar los trabajos de campo indica el número de personas que rechazaron contestar a cada pregunta, la intención directa de voto, voto+simpatía, el recuerdo de voto, ni siguen la máxima recomendada por ANEIMO de completar un mínimo de 10.000 muestras para poder presentar una estimación medianamente certera que contenga respuestas procedentes de todas las provincias, esencial para determinar el número de escaños.
Tampoco les es necesario, pues el cliente siempre tiene la razón. Si hoy día los medios de comunicación, que son quienes las van a mostrar a la población, están dirigidos por señores muy de derechas y pagan bien a cambio de presentar un determinado resultado y no un análisis sociológico, pues ése es el producto que se va a cocinar y a poner bien emplatado sobre la mesa.
La gente pensará que no todos los medios son de derechas y efectivamente, así es. El que no lo es, no lo es intencionadamente, porque sí lo es la megaempresa regidora, y si no, mirad quién es el dueño de la SEXTA y explicaros por qué en los momentos en que la derecha estaba en sus niveles más bajos se trabajó encarecidamente por hacer crecer a una formación "ni de izquierdas ni de derechas, comunista y socialdemócrata", pero esa cuestión no toca ahora, ni es la única causa que ha provocado nuestra bajada en escaños.
Dicho esto y retomando el hilo de pagadores y encuestadoras, toca analizar someramente cómo han logrado que un partido diestro, que se ha presentado bajo fianza a estos comicios, haya conseguido concentrar el mayor número de votos.
POLARIZACIÓN PARA GENERAR MIEDO Y LETARGO.
Al votante conservador y al liberal le aterra la llegada del comunismo y del populismo al poder. Por otro lado, el votante moderado de centro izquierda, el de centro e incluso el de centro derecha asqueado con recortes y corrupción, que no ve posibilidades de victoria en otras fuerzas, le hace plantearse si merece la pena ir a votar.
Evidentemente no todos los comportamientos humanos son iguales, pero esos dos comportamientos de los que hablábamos sí se dan en un importante porcentaje de votantes suficientes como para cambiar por completo la configuración de la cámara.
Las encuestas publicadas vaticinaban un peligroso acercamiento del ogro comunista, socialdemócrata de arriba y abajo, un ligero ascenso del Pp, un papel secundario de Cs y al PSOE en le ubicaban en el cementerio más cercano.
Estos sondeos han sido publicados hasta la saciedad, con un único fin, que se enterara "to cristo" de cómo estaba la cosa. Además, estratégicamente se publicaban al tiempo que por otro lado se informaba de alguna denostada noticia sobre Venezuela, y así conseguir que Podemos estuviera todo el día en los medios aterrorizando a la derecha y manteniendo a su masa de votantes activa. Cosa de la que al mismo tiempo se beneficiaba la marca morada porque se presentaba como única alternativa por el lado siniestro.
Al final de la jornada electoral y, reitero, sin ser ésta la única causa de nuestros resultados, pudimos ver cómo el partido investigado por la justicia subía 600.000 votos, procedentes en su mayoría de Cs, resultado del miedo y la acumulación de voto útil contra la llegada del populismo. También vimos un descenso del 4% en la participación. En su mayoría gente que no quería votar a ninguna de las dos fuerzas que se presentaban como hegemónicas y que no veían opciones reales en los partidos restantes a los que hubieran votado por simpatía o utilidad en otro escenario político.
En conclusión, a pesar de que ahora serán demonizadas por su pésimo trabajo, la realidad es que estas empresas demoscópicas habrán hecho su agosto y que serán los mismos medios que las contrataron para cocinar una receta concreta quienes las expongan como pésimas ante la sociedad. El objetivo, seguir sirviéndose de ellas sin que se vea el objetivo perseguido, una victoria electoral.