C.TA.P

El P.S.O.E de Navalmoral de la Mata ya cuenta con candidato a la alcaldía. Se trata de Carlos Tanco Peña. El C.TA.P moralo ha entrado como un torbellino en la lucha electoral.
Osado y valiente, el aspirante socialista ha apostado por una lista integrada por gente joven, con ganas de trabajar y con una amplia formación. Una apuesta necesaria, puesto que el óxido que han ido creando los pilares que sustentan al pueblo moralo, ha producido que el municipio se quede estancado y, lo peor de todo es que no hay barro a quien culpar del encallamiento.
Se trata de un parón natural, producto del conservadurismo y la senectud o vejez de los remeros que bregaron el barco del ayuntamiento durante estos últimos cuatro años; por lo que sólo existe la necesidad de cambiar de piezas, de renovarlas, de rejuvenecerlo, para que se convierta en un transanlántico moderno y brioso, capaz de empujar al municipio a un destino de desarrollo y modernización, que tan sólo se consigue cada vez que gobierna la izquierda.
Con un curriculum político impresionante, siempre a la sombra, C.TA.P tiene que ser capaz de demostrar ahora sus cualidades de cara al público y al pueblo, que es lo más importante.
De momento no le han temblado las piernas a la hora de denunciar aquellas cosas que están en boca de todo el mundo, pero que nadie se atreve a decir publicamente por cautela, tanto personal como política. Por eso es un lider de confianza, porque se sabe que no se va a arrugar ante nada y ante nadie, es nuestro Ibarra particular.
De modo que ya sabes, si lo que quieres es a alguien que se pelee con las instituciones para llevar cosas a Navalmoral y lograr un crecimiento próspero y un enriquecimiento municipal ves al colegio electoral, coge la papeleta del puño y la rosa e insertala en la urna, pero si lo que prefieres es a un amedrentado, que por intereses electorales no haga nada, simplemente para culpar a la Junta y así intentar, por un lado lavarse las manos y, por otro intentar conseguir algún voto para su lider regional, entonces tenlo claro, no votes, y vete a pasar la tarde a la residencia de ancianos.