sábado, 27 de febrero de 2010

Campanilla y Zangolotino

Con su ceñido y corto traje verde continuaba sobrevolando el país de Nunca Jamás. Mantenía el fino ornamento alado en su espalda, pero el cabello se había ido cayendo poco a poco y ahora mostraba una muy despoblada calva. Fruto de la dejadez, la barba decoraba su cara y a pesar de que anhelaba dirigir, como antaño, los designios de "Nunca Jamás" con un simple vaivén de su "estrellada" varita, la verdad es, que cada vez más le costaba.

Sabía que tarde o temprano perdería sus poderes y eso significaría volver a la cruda realidad. Se esmeraba con ahinco y vehemencia en mantener intactas sus avenidas virtudes, pero sus infructuosos resultados le catapultaban a un inminente destierro.

Únicamente existía una posibilidad de sobrevivir. Su experiencia le había enseñado que si convertía las apacibles aguas del todopoderoso mar en un fangal impracticable, donde nadie supiera como moverse, ella podría mantenerse arriba, revoloteando sobre las cabezas de los enlodados presos, empero alguien la debía ayudar.

Pensó en Peter pan, pero este, lustros ha, abandonó su pueril patria para desarrollarse como adulto. -!Quizás, hay uno muy tonto, Zangolotino!-. Este chico ,aferrado como un clavo a su inmadurez, se dejaría manejar a fin de no crecer. Además, promesas de gobiernos bien vendidas le harían dejarse el pellejo en el empeño.

Entre ambos urdieron una estrategía un tanto dolorosa, pues consistía en montar al benjamín de la familia (en Nunca Jamás todos son familias) en un fórmula 1 y lanzarlo a 327 kms/hora en dirección contraria por la Autovía de la Argenta. Seguramente su cuerpo acabará despedazado, pero las múltiples colisiones llenarían de mierda ese océano en que "Los Garfios" navegaban. La idea consitía en varar el barco entre la escoria, pero no contaban con las inversiones realizadas en limpieza de excrementos realizadas por los Robbin Hoods de la navegación.

Así fue. El niño pequeño se disfrazó de kamikaze y a pesar de vaticinar su pronto hostiazo y su consiguiente o consecuente condición de proscrito, asió el volante con todas sus fuerzas y pisando el acelerador hasta el fondo se encaminó hacia su propio fatalismo.

Hoy las campanas blanden sus badajos en Requiem por quien murió con un cangrejo prendido de su escroto en pro de una causa....!su causa!., Campanilla hoy padece artrosis y osteoporososis y cataratas. Zangolotino simplemente es un ser ávido de estima y muy tonto.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Moralidad ante todo

Ignorante de que los carnavales terminaron la semana pasada, un señor,(que no un joven), disfrazado del pianista de Abba o de Santiago Segura en Pocholo y Borjamari (elijan ustedes)anoche fue pillado conduciendo bajo los efectos del alcohol. Concretamente doblando la tasa permitida. Esto no sería noticiable sino fuera por su condición de miembro de la Comisión de Seguridad Vial y presidente de NN.GG; organización ésta, que enarbolaba la bandera de la moralidad ante la poca ética mostrada por el Cjex.

Según unos señores mayores y algo obsoletos, pero que rigen las reglas de nuestra lengua, una de las acepciones del término "ético" es: "Persona que estudia o enseña moral". Atendiendo al significado, se debe entender que la moral "banderocinturona" consiste en ejemplificar como atentar contra la vida propia y ajena; porque la nuestra sería muy criticada, pero precisamente el fin era justo el contrario, es decir, evitar riesgos para la salud física y psíquica entre otras cosas. De estar yo confundido con las reglas morales de estos "camisopastelosos" supongo que mañana estará el careto de su jefe en la portada de la Razón y denunciado por Manos Limpias.

En su defecto, atendiendo a su fe, deberían aparecer en el mismo diario, pero en la sección de contactos. Ya saben, con el único objeto de recaudar a base de cepillo y con buena dotación.

miércoles, 10 de febrero de 2010

!Ni vergüenza ni Manos Limpias!

El viernes por la tarde me encontraba en casa de Paquito y Cristina, pasando un rato agradable con mis compañeros de JJ.SS cuando Laura me llamó por teléfono para contarme que el Fiscal había archivado la denuncia interpuesta por Manos Limpias contra ella, debido a la organización del famoso curso de orientación afectivo sexual: "El placer está en tus manos".

Me alegré mucho, !muchísimo!, pues no sólo es la presidenta del Cjex sino una buena amiga, pero al mismo tiempo me quedó un cierto sabor amargo porque, como bien preconizaba en un post anterior, la prensa no se ha hecho eco de este asunto. (Si no hay carroña los buitres no comen y si encima es joven y bueno tendrían que excavar en el subsuelo para encontrar alimento)

Se ha vilipendiado, vapuleado, machacado con nocturnidad y alevosía a una persona públicamente. Su único delito creer en la educación y ahora, esos deractores que oreaban su pérfida bandera de lícito axioma descompuesto ante la justicia quedarán impunes, mientras la que es profesora de inglés y monitora de un grupo scout denostada.

Ya comenté que no somos la Junta ni el PSOE, (aunque un servidor sea militante) pero a la derecha reaccionaria, ávida de los votos que nunca tendrá en Extremadura, eso se la trae al pairo. El matar por placer se lo prohibieron con la Constitución y !de alguna manera hay que acabar con esa sed!.

martes, 2 de febrero de 2010

Diario de un botarate sobre la nieve

Viernes. Sobre las cinco de la tarde llegamos a un pueblo de alta montaña. El frío es horroroso y mi hermana me ha prohibido usar un gorro con orejeras recubierto de lana por padecer vergüenza ajena. !Menos mal que no me ha visto bailar!.
Los esquíes no cabían en el coche y los he tenido que subir por una pendiente, similar a la cuesta de enero, apoyados sobre el hombro.

Sábado. El desayuno un poco frugal, creo que sólo servían agua mineral en el self service gratuito del hotel. He descendido la calle soportando, de nuevo, el peso de los esquíes.
Me he calzado las botas, duras y rígidas cual abstinente octomesino, e imitando en los andares a Robocop me he dirgido hacia las telecabinas. Arriba, la blanca nieve (y no soy uno de sus enanitos) me ha arrobado la vista.
Mi hermana me ha iniciado en el mundo de este deslizante ejercicio. Con unas nociones básicas decidí aventurarme y engastarme entre el gentío. Las piernas en paralelo para coger velocidad, alcanzo 0,1 kilómetro por hora, una señora delante de mí, obstaculizándome el paso. Me acerco demasiado a la femenina y estática figura; tengo que hacer algo deprisa e improviso una maravillosa estirada a lo Iker Casillas. Incapaz de levantarme miro a mi hermana para solicitar su auxilio, pero ella se debía encontrar mal del estómago pues tenía ambos brazos cruzados bajo el ombligo y se inclinaba hacia adelante. (Me mosquea su boca abierta emitiendo carcajadas).

Sábado tarde. He llegado a la conclusión de que entre el material requerido ha de incluirse un frasco, bote o tarro de Thrombocid. A pesar de ello, me presento en la clase contratada. Una chica Checa hace de monitora. Nos sube en una alfombrilla verde hasta una zona casi llana. Imparte la lección frente a los alumnos y mientras está hablando, algo la hace desviar su atención. Alguien, súbitamente, pasa entre ella y los pupilos marcha atrás. No sé porqué, pero se pone a imitar al Risitas:"!Cuñaaaa, cuñaaaaa!", más tarde comprendí que esa es la forma de frenar, pero en esos momentos no caí. Menos mal que un esquiador solidario me echó una mano haciéndome parar. Ya le he enviado bombones al hospital.

Sábado noche. De nuevo a cuestas con los esquíes hasta la habitación. Mis gemelos aparentan ser trillizos. Me deleito con el taconazo de Guti, firmo un seguro bucodental por lo que pueda pasar al día siguiente y me duermo.

Domingo por la mañana. Llevo los esquíes de los cojones, repito las operaciones del día anterior y abandono a mi hermana con tres nuevas amigas. Yo, mientras ella se divierte, invierto el tiempo en repasar frenadas, giros y oraciones olvidadas desde la niñez.
Llega la hora de irse con el profesor (me cambiaron de grupo porque mi hermana y las demás ya habían esquiado con anterioridad). Aprendo mucho, de hecho consigo lanzarme por una pendiente más elevada. Me enseñan a derrapar y por fin logro hacerlo, eso sí,! con los dientes!. Acaba la magistral enseñanza. Esta vez no llevo los esquíes. Un hombro dislocado es una gran excusa. (putos esquíes y pobre omóplato)
Emprendemos el camino hacia Granada, la aventura ha finalizado. Estoy contento, pues aunque duro es un adictivo deporte y estoy deseando repetir.