Terminé de ducharme y comencé a vestirme. Era tarde, la cita estaba marcada a la una y las agujas del reloj apuntaban a menos diez.
Comencé a vestirme... traje, corbata, zapatos, gemelos, que me regaló mi hermana...
Salimos corriendo, la temperatura de 40 grados a las sombra, 45 con corbata, hacían presagiar que había salido un día estupendo para la celebración del casamiento y para las dietas a pesar del posterior banquete, porque cuando querías llegar a la mesa, ya habías perdido cinco kilos.
Entramos en el ayuntamiento y, que sorpresa la mía, que la concejala que los casaba era de derechas.
Yo me quedé extrañado y, después de escuchar como leía el código civil antiguo (debe ser, que como hemos quedado endeudado al ayuntamiento por 25 años con la basura y el agua no da para comprar uno actualizado y celebrar válidamente el contrato nupcial), le pregunté al novio: - ¿ Pero no os iba a casar Pedrito o alguien del psoe ?- a lo que me responde - ¿ El alcalde ha dicho que le toca las narices que sea hijo de un histórico del SOE, que él es quien casa aquí y que no iba a delegar-.
Ahhhm, debe de ser que el alcalde se ha afeitado y se ha inyectado hormonas en el pecho entonces.
! Qué le vamos a hacer, esto es lo que le gusta al pueblo y seguramente sea yo el equivocado!.
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