martes, 4 de mayo de 2010

Desvelado por la Religión

Esta tarde, sin pretenderlo, hemos abierto un interesante debate sobre la libertad religiosa a raiz del uso del velo en clase. Voy a tratar de explicar mi posición al respecto.

Está claro que la Constitución declara al Estado como aconfesional y obliga al mismo a colaborar, al menos, con la confesión católica y que además existe una ley orgánica de libertad religiosa (un tanto obsoleta pues fue redactada en 1980 aunque la vicepresidenta primera confía en tener un reforma antes de este verano). Estas normas amparan la celebración de todo tipo de festividades por los fieles y el uso de cualquier icono, signo o símbolo por los mismos.

Esta ley en teoría está genial, porque es el paradigma de la libertad de creencia, pero creo que la realidad y la discusión van más allá de la mera legislación. Más allá de los los velos y hábitos "monjiles" hay una serie de situaciones que alteran el orden público:

-Sanidad. Los profesionales de la medicina se ven abocados a reestudiar su carrera para dar tratamiento a aquellos que se niegan a seguir el indicado. Sirvan de ejemplos los siguientes: el musulmán que rechaza una dieta hipercalórica por encontrarse en el Ramadán. Testigo de Jehová con importante pérdida de Sangre reacio a recibir una transfusión (Otra cosa es que la jurisprudencia proteja a los médicos, pero el lío se monta) o la cantidad de recursos exigidos para satisfaccer todas las demandas derivadas de creencias religiosas: que si el cordero debe ser desangrado mirando a Cuenca, que si los viernes santos no se come carne y hay que preparle un gazpacho etc etc. (No voy a entrar ya en la demagogica objeción de conciencia a la que se acogen algunos para no practicar abortos en centros públicos...en los privados habría que verlos, pero como es por cuestión religiosa no entraré)

-Educación. Extendiendo la acepción más allá de los límites formales o ministeriales nos encontramos con situaciones de auténtica desigualdad. Independientemente del derecho a llevar velo o no, este símbolo produce un enfrentamiento social que desemboca en que una niña no vaya al colegio. Me la pela si lo decide por sí misma o si es impuesto, pero el Derecho a la Educación está muy por encima, al menos esa es mi opnión, a cualquier creencia (religiosa o cuántica). Es evidente, que con la legislación en la mano debería haber ido sin ningún tipo de problema. (Lo mismo digo respecto a alguién que vaya disfrazado de budista con unas campanillas entre los dedos). Pero la realidad es que se provoca una confrontación y que se perjudica el desarrollo educativo y de la personalidad de la imberbe.

-Trabajo. Respecto a este punto sólo diré, que si cada cual elige sus festividades en función de sus creencias acabaría originándose el caos en Empresas y Estado.

Mi postura, (a pesar de haber intentado sintetizar al máximo mi opinión, pues creo que hay para mucho más) sería declrar la laicidad del Estado. De este modo se garantizaría la libertad religiosa, pero sin un coste público. Nadie impediría la formación adecuada según la confesión seguida, pero fuera de las instituciones. ¿Quieres que te adoctrinen católicamente?,!No hay problema, pero en catequesis. Se abolirían los iconos religiosos en instituciones públicas por cuestión de orden público. !Sí, puedes pensar que eres libre, pero yo también lo soy para salir en pelotas por la calle y me dentendrían por el bien del orden público!. De este modo, además quedaría censurada cualquier conducta incivil o ilícita derivada de un comportamiento producido por cuestiones de fe. Ya, por poner fin al post diría que también eliminaría el calendario de festividades de origen religioso. (quizás la navidad la quedaría, que es alegre). En lugar de Semana Santa, celebraría la semana de los derechos del niño, por ejemplo.

A pesar de la extensión me quedo muchas cosas en el tintero, pero creo que más o menos he expuesto mi opinión sobre este tema. Es sólo una opinión y estaría bien abrir un debate o por lo menos quedarlo aplazado hasta futuro consumo de copas en cualquier lugar cualquier noche (o tarde).

5 comentarios:

Javier Béjar dijo...

Estoy muy de acuerdo contigo, aunque difiero en pequeños detalles.

A mí la Navidad me parece una de las etapas más tristes del año.

La solución ideal a estos follones sería que la gente de dejase de "tontás" y se diese cuenta de que haya Dios o no, las religiones no son la respuesta, ni el camino a ningún sitio. No son más que instituciones que fomentan el enfrentamiento entre los pueblos. Fagocitan fieles sin importarles sobre qué haya que pasar. Un ejemplo lo tenemos en la película Ágora, o en la Santa Inquisición, o el absurdo enfrentamiento entre chiitas y sunitas, o la actitud Israel, ese estado que tanto miedo da (supongo que aunque así sea, no le podremos llamar terrorista, que ese término ahora sólo se puede utilizar con gente que reza mirando a Cuenca).

En fin, que volvemos al pensamiento eje de todo: DEBERÍAMOS FOLLAR MÁS Y REZAR MENOS.

jandro dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, pero previamente sería necesaria un previa educación. Pensar ahora mismo que la gente se va a dejar de "tontás" por la religión es como creerse Dorian Grey a los 70.

Me adhiero a tú último clamo.

jandro dijo...

Aquí, quien quiera participar lo hace sin usar pasamontañas y más si es insultando a los participantes.

Javier Béjar dijo...

Si el insulto era hacia mí haberlo puesto, que luego me sacan en los telediarios como el que hizo las caricaturas de Mahoma, y a vivir del cuento como la Esteban.

Aunque no seamos Dorian Gray, ni lo pretendamos, confío en que la gente vaya abriendo los ojos. Esperemos que sea a tiempo.

jandro dijo...

Había para todos, incluidos los que debaten por facebook.
Me la pela lo que digan (eran dos los anónimos), pero cada uno debe ser responsable de sus palabras. De modo que no voy a publicar comentarios (al menos los ofensivos) cuando sean anónimos.