En Almería han decidido limpiar las calles de prostitutas, gorrillas y mendigos. La explicación dada a la expulsión de meretrices tiene cierta lógica, aunque ese tema deba tener un debate mucho más profundo.
Sacar una ordenanza, que permita a la policía actuar contra los gorrillas sin ser pillados en el momento de "delinquir o trabajar" (según se mire), podría tener un puntito de inconstitucionalidad atendiendo a figuras como el "Habeas Corpus", pero también podría ser objeto de discusión.
Prohibir a los mendigos estar en la calle, es como enviar a Groenlandia a una pareja de camellos para incentivar su reproducción.
Respecto a este último punto me asaltan varias dudas: ¿Les amenazarán con embargar sus cartones?. ¿Cómo lo justificarán legalmente?, ¿quizás alegando que el derecho de libre circulación es sólo para personas y no alcanza a los parásitos?. ¿Si pido un cigarro a algún viandante corro el riesgo de ser detenido?. ¿Se les impondrá sanción económica o serán exiliados a "Guantánamo"?. ¿Se les formará sobre los efectos de las energías invitandoles a probar las nuevas cámaras de gas?. ¿Se les requisarán los rotuladores para que no puedan escribir "Es más triste de robar que de pedir"?.
!En fin!, mientras dubitativo me hallo, reflexionaré acerca de la pérdida de valores sociales, planteada por mi amigo Paco Hurtado
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