Inexorablemente te viene a la memoría, veinticuatro de diciembre sí, veiticinco de diciembre también, la imagen alegre de aquellos que un día estuvieron junto a tí y, que ahora hace tiempo que no ves y, que seguramente no lo volverás a hacer.
Otros, como los abuelos, endulzan de nostalgia el postre de una sobremesa lánguida y familiar, donde se evocarán aquellas anécdotas que pernoctan un año entero en la mudez más absoluta, pero de los que sabes que siempre están ahí y se añoran de un modo distinto.
Hoy, por tercer o cuarto año consecutivo he derramado algunas lágrimas trayendo a mis ojos el rostro de un joven brasileño, que aparte de comeduras de tarro, me trajo sobre todo cariño...!mucho cariño! y muchas risas y más alegrías, hasta que un fatídico día se levantó con dolor de estómago....!El cáncer le devoraba las entrañas!....Sólo 20 años y decidieron que había vivido suficiente....!agonizando con la quimioterapia, jamás una queja salió de sus labios!
Hoy va por tí, que estés donde estés, el frío de tu ausencia deja gélidos estos dedos y congelado mi corazón. !Te quiero!.
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