jueves, 7 de enero de 2010

Filósofo y Baloncestista

Dice Lucio Angulo en su blog, que transmitir ánimos acompañandos de pequeños gestos estimulantes, produce efectos positivos, tanto en uno mismo como en los demás.

Me ha resultado bastante interesante el post del medallista europeo, ex jugador entre otros equipos de Zaragoza, Alicante y Real Madrid, y actual integrante del Cáceres 2016

A mí me sucedió algo parecido a lo que cuenta el alero "cacereño". Durante dos años, por distintos motivos, perdí mi positividad. Siempre había sido una persona optimista, que relativizaba los problemas y buscaba soluciones. Sin saber el porqué mi carácter cambió. Me irritaba cualquier debate y en lugar de ver el vaso medio lleno sólo observaba los obstáculos que impedirían llevar a buen puerto cualquier proyecto.

La confianza en mí mismo se arrastraba por los suelos e intentaba camuflar el hecho con alardes de superioridad. Los detalles con los compañeros y amigos se redujeron a menos cero y con esas gélidas temperaturas era lógico que las relaciones se congelaran.

Tras ese tiempo deambulando sin rumbo ni dirección, bastaron unas cuantas palabras de apoyo, unas palmaditas en la espalda y un par de objetivos cumplidos con muchos esfuerzos para recuperar mi estima, volver a animar a mis jóvenes sociatas, a llamar por teléfono a la gente de la pandilla, a tener planes y a disfrutar con mi vida.

A mi juicio el texto de Lucio Angulo recoge una lección a aprender y aprehender para desenvolverse en la realidad de cada día.

!Espero, sepais aprovecharlo!.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si, probablemente lo sea