miércoles, 29 de abril de 2009

No hagas el Manolo

La mesa se alargaba bajo la pérgola levantada sobre florido jardín. El día era soleado e invitaba a disfrutar de una buena tarde al aire libre, deleitándose con copiosa comida y abundante bebida.
La mente del señor Manolo, más espesa según aumentaban los vasos de vino que regaban su garganta, obnubilaba su razocinió, aunque el cría aumentar la magín, cosa que exteriorizaba con comentarios sarcásticos y bromas pesadas a todos los presentes.
Cuando el Cuco cantó la quinta hora de la tarde, dos de los invitados al convite abandonaron sus escaños alegando la urgencia de llegar al Colegio Electoral.
Don Manolo, una vez disleido su cerebro en alcohol, emitió una esténtorea risotada, un rebuzno propio de una ballena en celo, y llevándose la mano hacia el ombligo exclamó: -¿Y esas poyeces ahora?-, !Hamos, no me jodas, con la buena tarde que hace!.
- !Ahora volvemos!- respondió impertérrita la pareja.
El tiempo transcurrido hasta el regreso de los cónyuges pasó entre mofas a los mismos y chascarrillos fáciles sobre su patetismo y la mezquindad e inutilidad de los políticos.
Seis meses más tarde, Don Manolo, a causa de la desaparición de las ayudas a la agricultura y un fuerte temporal que dio a pique con sus frutales se acordó muy mucho de esa aciaga tarde en la que decidió canjear placer por responsabilidad.
Ahora, a las seis de la tarde, incluyendo sábados y domingos, sale del centro de trabajo, coge el coche para recorrer los cincuenta kilómetros que le separan de su mujer, maldiciendo en vano la osadía de su prepotencia. Por la mañana, aun con las oscuridad que brinda la noche, atillo al hombro y parejos en el maletero hace el camino inverso. Enciende el transistor para desperezarse con las noticias y escucha a los contertulios en un elocuente debate...¿Por qué se aprobaron las 65 horas semanles?.

1 comentario:

jesus dijo...

cuanto manolo hay por la tierra
pero, gracias a los manolos otros sacan mas tajada
saludos