miércoles, 22 de abril de 2009

La Gallina de Los Huevos de Oro

Habíase una vez una Gallina que ponía huevos de oro. Carecía de pluma y quien la conoció afirma que también de escrúpulos.
Mediante la manipulación genética (que la alta alcurnia elclesiástica y los apellidos de mayor estofa rechazaban de forma vehemente) creada para evitar enfermedades congénitas (menos mal que no se les escuchó vomitar sandeces) fueron naciendo clones y aumentando la granja inmobiliaria.
En algún pequeño corral del Campo Arañuelo, un avispado y avaro mandamás decidió invertir en clonaciones para él y para los de su clase o condición. Miles de vivendas se levantaban diariamente, rotondas "OVNIformes"..., el caso era crear bienes de imposible desplazamiento.
Ahora la gallina sufre de pepita y aquellos que trabajaban bajo sus órdenes se ven abocados al ostracismo.
Escatológica personalidad la que despersonzaliza un pueblo por un triste y efímero presente, olvidando el pasando y despistando el futuro. Ahora reclaman servicios, empleo, no enriquecerse, pero en el "Área" ya no caben más jugadores y es imposible elaborar una sola jugada para ganar el partido.
Realmente el gobernante es quien permite o facilita, pero fueron los vecinos los que robaron el "Chocolate del Loro", y ahora comprenden que LA AVARICIA ROMPE EL SACO.

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