El verde fulgor de la amplia extensión sobre la que correteaban cientos de niños, arrobó durante varios minutos nuestros sentidos.
El espectáculo era de una gran belleza, muchachitos jugando en un paraje natural con altibajos esmeralda de fondo y una serie de personas dirigiendo sus pasos hacia el ocio saludable, el desarrollo de la personalidad y la absorción de valores cívicos para una mejor convivencia social.
Es una pena que ningún político se acercara a apreciar el magnánimo evento, pues podría haber servido para reflexionar acerca de la importancia de abrir nuestras fronteras paisajísticas a otras comunidades territoriales, incluyendo países vecinos.
El éxodo veraniego, al que se ven empujadas las asociaciones carentes de instalaciones fijas, actúa como oprobio a la riqueza que Gaia donó desinteresadamente a Extremadura.
Los legisladores y sus textos están alcanzando un punto asfixiante. Todo debe de estar controlado y legislado sin dejar margen a la imaginación, a la creación al sentido común y a la "autorresponsabilidad".
En definitiva, podría existir un articulado legal permisivo, que favorezca la difusión de la belleza extremeña hacia el exterior, que obligue a publicitar nuestra Región exhortando la voluptuosidad foránea, que no sea imperativo el mandato de marcharnos, si no por el contrario que sea el de recibir. Es decir, como he solicitado personalemte y como se ha pedido de manera plural !MODIFICACIÓN DE LA LEY DE ACAMPADA YA!, pero para bien, no para mal.
El espectáculo era de una gran belleza, muchachitos jugando en un paraje natural con altibajos esmeralda de fondo y una serie de personas dirigiendo sus pasos hacia el ocio saludable, el desarrollo de la personalidad y la absorción de valores cívicos para una mejor convivencia social.
Es una pena que ningún político se acercara a apreciar el magnánimo evento, pues podría haber servido para reflexionar acerca de la importancia de abrir nuestras fronteras paisajísticas a otras comunidades territoriales, incluyendo países vecinos.
El éxodo veraniego, al que se ven empujadas las asociaciones carentes de instalaciones fijas, actúa como oprobio a la riqueza que Gaia donó desinteresadamente a Extremadura.
Los legisladores y sus textos están alcanzando un punto asfixiante. Todo debe de estar controlado y legislado sin dejar margen a la imaginación, a la creación al sentido común y a la "autorresponsabilidad".
En definitiva, podría existir un articulado legal permisivo, que favorezca la difusión de la belleza extremeña hacia el exterior, que obligue a publicitar nuestra Región exhortando la voluptuosidad foránea, que no sea imperativo el mandato de marcharnos, si no por el contrario que sea el de recibir. Es decir, como he solicitado personalemte y como se ha pedido de manera plural !MODIFICACIÓN DE LA LEY DE ACAMPADA YA!, pero para bien, no para mal.
1 comentario:
Se puede decir más alto, pero no más claro
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