No subiré una foto suya, ni mis letras conformarán su nombre. Bastante tiene con haber sido expuesta su imagen en todos los medios nacionales, pero sí mostraré mi apoyo, al menos hasta que recaiga sentencia firme basada en pruebas quebrantes de presunción de inocencia.
Algunos artículos en prensa escrita han sido demoledores, faltando al respeto y a los hechos acontecidos y alegados por los querellantes. No sé si han pensado que por obtener rédito político pueden provocar a alguien una profunda depresión, la cual puede desembocar en suicidio. La libertad de prensa debe tener límites, porque una cosa es informar de forma partidista y otra arruinar la vida de una persona publicando noticias sin contrastar. Refugiados en el derecho a no revelar la fuente, escriben lo que les sale de las pelotas sin andar con miramientos. Posteriormente, esgrimiendo que alguien se lo dijo ya tienen el perdón concedido. Al menos podían haber solicitado leer el sumario o preguntar al sujeto pasivo del proceso.
Los hechos acontecieron en el 2008 y el caso fue sobreseído por incoherencias en las declaraciones de los chavales (Por cierto, conflictivos pues se escapaban noche sí, noche también) y ahora lo único que se ha pedido es un suplicatorio para continuar un proceso, porque el nuevo fiscal así lo entiende, empero no ha recaído sentencia firme condenatoria, por el contrario, la única que hay hasta ahora es exculpatoria.
Con este tipo de noticias hay que tener cuidado porque pueden arruinar la vida de una persona, especialmente si es docente. (Yo viví una situación similar con la pobre Laura Garrido). Ya da igual que lo único que se aleguen sean miradas libinidosas (Las mismas que tenemos todos cuando miramos escotes a las chicas o el culo a los chico), porque habrá muchos que ya lo hayan tachado de delincuente sin escrúpulos.
Si de verdad ha cometido algún delito, que lo pague, pero después de un juicio justo y con todas las garantías, no porque se invente algún periódico su proximidad al Vaticano. Mientras tanto, la Constitución sigue recogiendo como Derecho Fundamental de las Personas la Presunción de Inocencia.
Hasta que no exista una sentencia condenatoria seguirá teniendo mi apoyo como ser humano. La reflexión y opinión política la guardo de puertas para adentro.
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