Estos días hemos estado escuchando constantes loas dirigidas hacia nuestra Carta Magna destacando que gracias a ellas todos somos iguales ante la ley. Pues bien, en una conducta un tanto atrabiliaria respecto a nuestra Constitución voy a invitarles a participar en un divertido juego, que consiste en encontrar una incoherencia entre dos preceptos, esperando sirva de ejemplo de la necesidad de modificar o reformar el texto normativo básico del Derecho español.
Artículo 14 " Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, SEXO, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
Artículo 57.1 "......La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, EL VARÓN A LA MUJER,....."
¿Han descubierto la incongruencia?. ¿Será constitucional un precepto constitucional (siiii, valga la redundancia) contrario a los Derechos Fundamentales del capítulo II del título I ubicados en la sección primera, que tienen una especial protección?. Se mantienen este tipo de artículos para fomentar el progreso de la mujer y promover la igualdad real?.
Diestéfano fue un magnífico jugador, pero a su edad ya no es utilizable en el terreno de juego.
1 comentario:
yo destaco otra incongruencia MUCHO MÁS GRAVE:
"...sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de NACIMIENTO..."
"...La sucesión en el TRONO..."
Claro que hay que reformar la constitución para hacerla constitucional (sic) pero acudiendo a la raíz del problema.
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