si calculamos la mitad de uno, nos daría como resultado la zona del ombligo aproximadamente y, si las matemáticas conducen a este axioma, y otro asevera que en el medio está la virtud: ¿por qué nos empeñamos en desafíar a la ciencia poniendo en riesgo nuestra salud?.
Nos encontramos en un mes peligroso para un sinnúmero de cuerpos. Las dietas milagro, operaciones bikinis, y deporte sin conciencia de limitaciones físicas, lo único en lo que pueden desembocar, es en ganar una medalla labrada sobre la caja de pino, en la que acabarás reposando una larga temporada...!eterna diría yo!.
En estos días, homeópatas víctimas de sus propias setas, distorsionarán la realidad creyendo a sus productos revelación divina y a los humanos conejillos de india para la investigación de como alcanzar a Dios.
Algún nutricionista de reconocido prestigio, disociando nutrientes, convertirá en radiográfías de agujas, a tripitas perfectas, aunque no tersas, sin adevertirles de la posterior reconversión al baloncesto, pues el efecto rebote es como para sustituir a Felipe Reyes en la selección.
El ejercico físico es bueno, pero por mucho que te cuelgues una toalla roja a la espalda y unos calzoncillos por encima de unas mallas sudaderas o sudoríparas, a las 16 horas, en pleno verano, lo más probable es acabar recogido por una fregona, con una lipotimia de caballo, y que al día siguiente, cuando abras los ojos, nos veas a todos congregados alrededor de tu capilla ardiente.
No seas boba/a, quierete a tí mismo, olvida a esos ídolos de papel a los que tanto admiras, porque tu vales más.
2 comentarios:
Estoy totalmente de acuerdo y además, puede tener su base científica.Chao
Me ha encantado esta entrada.
Un abrazote desde abajo,
Caty
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