miércoles, 28 de marzo de 2007

80 Céntimos.

Hoy ha sido un día provechoso, me he levantado temprano, he desayunado una rosquita rica y sabrosa, luego me he ido a correr para bajarla ( al menos para disimularla algo más ) y al llegar he conectado la radio. Pensaba que en la dial que tengo sintonizada no iba a escuchar nada dada la fuerza que había adquirido el Boikot a la paraguaya con el que algún partido político había amenzado a Prysa. Sí, es verdad, por momentos creí que todas las empresas de España iban a retirar su publicidad de la Cadena Ser e incluso que iban a meter enanos dentro de nuestros transistores para que no pudieramos hacerle el juego al PSOE, exaltando de esa manera la libertad de expresión.

Luego he comprado el periódico y me he dado cuenta de que entre los fajos se encontraba la edición del País de hoy, y perdonen que sea pesado e hipocondriaco, pero es que creí que el quiosquero iba haber hecho piquetes al repartidor y haberle corrido a palos por traer entre su mercancia las hojas impresas del País. Antes de cogerlo he leido las portadas de cada uno de los diarios disponibles.

Más tarde he visto las noticias y los desayunos de Televisión y saben una cosa...! si!, casi todos coincidían en una cosa en sus comentarios " Zapatero se toma el café por tan sólo 80 Céntimos".

En vistas de que después de muchas preguntas dirigidas anoche al Presidente del Gobierno, Jose Luis Rodriguez Zapatero, por los ciudadanos de a pie, como tu y como yo, que el único problema que exista sea que el presidente es más inteligente que aquel que preguntó, y se tomé los cafés en sitios más baratos y no en un hotel cinco estrellas situado en la Castellana, supone un orgullo para todo aquel que tiene entre otras cosas un carné del Partido Socialista. Esto quiere decir que algo estamos haciendo bien.

De todos modos, si por algún casual, alguien conoce a ese pobre hombre, decirle que para la próxima, un poco más adelante del palacio de Congresos hay un bar donde se lo puede tomar por un euro, eso sí, si le apetece juntarse con la plebe y si no es así, decirle que yo le hago una cafetera y hasta se la doy gratis, hombre, que por un par de euros no vamos a discutir.

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