martes, 25 de mayo de 2010

Lección para niños sobre un "mundo adulto".

Supongamos que un niño vive en un palacio. Evidentemente los servicios de los que dispone a título individual son los mejores. Un hogar en inmejorables condicones de higiene y un equipo sanitario propio, de inigualable calidad.

De repente, un día su padre se arruina porque se jugó todo el dinero en una partida de poker. Se trasladan a una chabola levantada sobre un sórdido suburbio de las afueras de la ciudad. El niño, que no ha desarrollado sus defensas cae enfermo y es hospitalizado.

En el servicio público de pediatría disponen de múltiples juguetes para que sus pacientes lleven la enfermedad con mejor ánimo y así recobrar cuanto antes su salud. El imberbe ingresado solicita al centro varios de esos artículos para pasar el tiempo, pues su estado febril le impide salir de la habitación.

Semanas más tarde, tras haber recibido antibióticos y haber utilizado los juegos prestados, es dado de alta. Sale sano de la institución sanitaria con una mochila en la que guarda todos los juguetes utilizados, gracias al préstamo del hospital. No piensa en que no son suyos, ni tampoco en el beneficio que puede reportar a otros niños el hecho de devolverlos.

El "gaznapirete" ya sanado, por suerte, recibe una herencia y vuelve a su antigua vida de multimillonario. Ya no necesita los objetos robados, pues puede permitirse adquirir los que quiera, pero piensa que es mejor resguardarlos en su casa, pues como niño que es, sólo piensa en su diversión.

No satisfecho del todo con su decisión, decide acudir de nuevo al centro donde le curaron. Una vez allí se acerca al jefe y le exige que los juguetes con los que se están beneficiando los demás niños enfermos sean vendidos y los ingresos generados por la venta repartidos entre él y su familia.

El jefe sin calibrar las consecuencias e ignorante de que existen niños sin juguetes en peor estado de salud que el exigente en el momento de su ingreso, decide obedecer la orden impuesta por el acaudalado "dictador".

No tiene sentido, ¿verdad?.

lunes, 17 de mayo de 2010

Duermevela (II)

Cansado de dar vueltas en la cama me levanto para encenderme un cigarro. Mientras inhalo el húmo expirándolo lentamente..!"ya no es ayer sino mañana"! (Sabina) y como tal quedo preparado el material para estudiar mis oposiciones.

Pienso en lo que JJ.SS me ha aportado, !muchas cosas!, !especialmente personas!...¿y cuando cumpla los 30?...¿se acabarán las inquietudes y las ganas de aportar?. Evidentemente no, pero cambian las reglas del juego y siempre preferí el Trivial al Risk.

Mi imagen con pañuelo al cuello se acrecienta en mi mente, dando forma a un anhelo...!contribuir!. Ya soy mayor para completar un álbum cambiando cromos en el patio del colegio.

Abro los ojos y..."!ya no es ayer, sino mañana!".

Duermevela (I)

Aprieto la almohada y me envuelvo entre las sábanas como si me estuviera convirtiendo en un rollito de primavera.. Algo me impide dormir y sin darme cuenta estoy divagando sobre mi propio devenir. Paso inconscientemente de un discurso árido y mal estructurado, aunque de perfecto efecto lavativo, a conversaciones anacrónicas para una madrugada ahogada en vaso ancho.

Súbitamente los pensamientos se detienen invitando a la reflexión para encontrar una respuesta al porqué.

Porque lo necesitaba, simplemente.¿Era momento y lugar?...!era el útimo día en el espacio habilitado!. !Era el fármaco necesitado!. ¿Se perdería el trabajo de permanente sonrisa y constante agitar de cabeza arriba y abajo?. Sí, seguramente sí, pero nunca he pronosticado vivir de aquellos que amordazan, sino de principios y convicciones, entre los que se encuentran los ganados con esfuerzo y trabajo.

Parece que me quedo tranquilo, pero es noche de duermevelas y sonámbulismos...!de nuevo el cerebro dando vueltas!. Ahora me encuentro en un campamento, con una pañoleta enseñando a "cumplir con su deber".-¿Por qué?- me pregunto...¿porque lo añoro?...-!No, la respuesta está en el discurso!, me respondo.

martes, 4 de mayo de 2010

Desvelado por la Religión

Esta tarde, sin pretenderlo, hemos abierto un interesante debate sobre la libertad religiosa a raiz del uso del velo en clase. Voy a tratar de explicar mi posición al respecto.

Está claro que la Constitución declara al Estado como aconfesional y obliga al mismo a colaborar, al menos, con la confesión católica y que además existe una ley orgánica de libertad religiosa (un tanto obsoleta pues fue redactada en 1980 aunque la vicepresidenta primera confía en tener un reforma antes de este verano). Estas normas amparan la celebración de todo tipo de festividades por los fieles y el uso de cualquier icono, signo o símbolo por los mismos.

Esta ley en teoría está genial, porque es el paradigma de la libertad de creencia, pero creo que la realidad y la discusión van más allá de la mera legislación. Más allá de los los velos y hábitos "monjiles" hay una serie de situaciones que alteran el orden público:

-Sanidad. Los profesionales de la medicina se ven abocados a reestudiar su carrera para dar tratamiento a aquellos que se niegan a seguir el indicado. Sirvan de ejemplos los siguientes: el musulmán que rechaza una dieta hipercalórica por encontrarse en el Ramadán. Testigo de Jehová con importante pérdida de Sangre reacio a recibir una transfusión (Otra cosa es que la jurisprudencia proteja a los médicos, pero el lío se monta) o la cantidad de recursos exigidos para satisfaccer todas las demandas derivadas de creencias religiosas: que si el cordero debe ser desangrado mirando a Cuenca, que si los viernes santos no se come carne y hay que preparle un gazpacho etc etc. (No voy a entrar ya en la demagogica objeción de conciencia a la que se acogen algunos para no practicar abortos en centros públicos...en los privados habría que verlos, pero como es por cuestión religiosa no entraré)

-Educación. Extendiendo la acepción más allá de los límites formales o ministeriales nos encontramos con situaciones de auténtica desigualdad. Independientemente del derecho a llevar velo o no, este símbolo produce un enfrentamiento social que desemboca en que una niña no vaya al colegio. Me la pela si lo decide por sí misma o si es impuesto, pero el Derecho a la Educación está muy por encima, al menos esa es mi opnión, a cualquier creencia (religiosa o cuántica). Es evidente, que con la legislación en la mano debería haber ido sin ningún tipo de problema. (Lo mismo digo respecto a alguién que vaya disfrazado de budista con unas campanillas entre los dedos). Pero la realidad es que se provoca una confrontación y que se perjudica el desarrollo educativo y de la personalidad de la imberbe.

-Trabajo. Respecto a este punto sólo diré, que si cada cual elige sus festividades en función de sus creencias acabaría originándose el caos en Empresas y Estado.

Mi postura, (a pesar de haber intentado sintetizar al máximo mi opinión, pues creo que hay para mucho más) sería declrar la laicidad del Estado. De este modo se garantizaría la libertad religiosa, pero sin un coste público. Nadie impediría la formación adecuada según la confesión seguida, pero fuera de las instituciones. ¿Quieres que te adoctrinen católicamente?,!No hay problema, pero en catequesis. Se abolirían los iconos religiosos en instituciones públicas por cuestión de orden público. !Sí, puedes pensar que eres libre, pero yo también lo soy para salir en pelotas por la calle y me dentendrían por el bien del orden público!. De este modo, además quedaría censurada cualquier conducta incivil o ilícita derivada de un comportamiento producido por cuestiones de fe. Ya, por poner fin al post diría que también eliminaría el calendario de festividades de origen religioso. (quizás la navidad la quedaría, que es alegre). En lugar de Semana Santa, celebraría la semana de los derechos del niño, por ejemplo.

A pesar de la extensión me quedo muchas cosas en el tintero, pero creo que más o menos he expuesto mi opinión sobre este tema. Es sólo una opinión y estaría bien abrir un debate o por lo menos quedarlo aplazado hasta futuro consumo de copas en cualquier lugar cualquier noche (o tarde).